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sábado, 24 de diciembre de 2022

 

 



 


N0  825 A

Suplemento De Navidad Diciembre 25, 2022




Navidad



Mural de la iglesia de San Juan Bautista en el río Jordán que muestra el nacimiento de Jesucristo

Otros nombres

ChristmasNatividad

Tipo

festividad cristiana, festividad pública y festivo federal

Ubicación

Internacional

Comienzo

Siglo iv

Fecha

25 de diciembre

Origen de la celebración

Cristianismo

Motivo

Natividad

 


La Navidad (en latín nativitas, «nacimiento») es una de las festividades más importantes del cristianismo, junto con la Pascua de resurrección y Pentecostés. Esta solemnidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las Iglesias ortodoxas. En algunas de estas tradiciones también el 24, la Nochebuena (en inglés, Christmas Eve; en alemán, Heiligabend o Heiliger Abend) y el 26 (Second day of Christmaszweiter Weihnachtsfeiertag o Stephanstag) son partes importantes de la fiesta de Navidad.

En cambio, se festeja el 6 de enero o el 7 de enero en otras Iglesias ortodoxas como la Iglesia ortodoxa rusa o la Iglesia ortodoxa de Jerusalén (6 de enero) o la Iglesia ortodoxa de Ucrania (7 de enero), instituciones que no aceptaron la reforma hecha al calendario juliano para pasar al calendario conocido como gregoriano, nombre derivado de su reformador, el papa Gregorio XIII. El 25 de diciembre es un día festivo en muchos países celebrado por millones de personas en todo el mundo y también por un gran número de no cristianos.1

Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es ‘misa (mass) de Cristo’. En algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa ‘noche(s) consagrada(s)’. Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la Natividad (es decir, el nacimiento) de Jesús de Nazaret.

La Navidad inicia un tiempo litúrgico llamado tiempo de Navidad, que finaliza con la solemnidad del Bautismo del Señor. Coloquialmente, al periodo que comienza con la Navidad y finaliza con la Epifanía del Señor también se le conoce como pascuas.

Existen varias teorías sobre cómo se llegó a celebrar la Navidad el 25 de diciembre, que surgen desde diversos modos de indagar, según algunos datos conocidos, en qué fecha habría nacido Jesús.

Orígenes de la Navidad
Alegoría de Cristo en forma del dios solar Helios o Sol Invicto conduciendo su carroza. Mosaico del siglo iii d. C. de las grutas vaticanas en la basílica de San Pedro en el techo de la tumba del papa Julio I.

Los orígenes pueden variar de acuerdo a la festividad. Aunque la fecha exacta del nacimiento de Jesús de Nazaret no se encuentra registrada ni en el Antiguo Testamento ni el Nuevo Testamento (Biblia), el 25 de diciembre ha sido significativo en los pueblos de la antigüedad que celebraban durante el solsticio del invierno en el hemisferio norte (desde el 21 de diciembre). La adopción de esa fecha se realizó siglos después, empezando por el testimonio de Sexto Julio Africano en el año 221 acerca de la fecha de nacimiento en Judea y el calendario litúrgico filocaliano de 354 después de Cristo.

Cálculo de la fecha de Navidad según los Evangelios
Adoración de los pastores, obra de Gerard van Honthorst que escenifica la Navidad. Fue presentada el 25 de diciembre de 1622.

Algunos expertos han intentado calcular la fecha del nacimiento de Jesús tomando la Biblia como fuente. En Lucas6 se afirma que en el momento de la concepción de Juan el Bautista, Zacarías su padre, sacerdote del grupo de Abdías, oficiaba en el Templo de Jerusalén y, según Lucas,7 Jesús nació aproximadamente seis meses después de Juan. Crónicas8 indica que había 24 grupos de sacerdotes que servían por turnos en el templo y al grupo de Abdías le correspondía el octavo turno. Contando los turnos desde el comienzo del año, al grupo de Abdías le correspondió servir a comienzos de junio (del 8 al 14 del tercer mes del calendario lunar hebreo). Siguiendo esta hipótesis, si los embarazos de Isabel y María fueron normales, Juan nació en marzo y Jesús en septiembre. Esta fecha sería compatible con la indicación de la Biblia, según la cual la noche del nacimiento de Jesús los pastores cuidaban los rebaños al aire libre, lo cual difícilmente podría haber ocurrido en diciembre. Cualquier cálculo sobre el nacimiento de Jesús debe estar ajustado a esta fuente primaria, por lo que la fecha correcta debe estar entre septiembre y octubre, principios de otoño. Además, debe tomarse en cuenta el censo ordenado por César al tiempo del nacimiento del Hijo de Dios,10 lo cual obviamente no pudo haber sido en diciembre, época de intenso frío en Jerusalén, la razón es que el pueblo judío era proclive a la rebelión y hubiera sido imprudente ordenar un censo en esa época del año.

Como los turnos eran semanales, tal y como lo confirman los manuscritos del Mar Muerto, descubiertos en Qumrán, cada grupo servía dos veces al año y nuevamente le correspondía al grupo de Abdías el turno a finales de septiembre (del 24 al 30 del octavo mes judío). Si se toma esta segunda fecha como punto de partida, Juan habría nacido a finales de junio y Jesús a finales de diciembre. Así, algunos de los primeros escritores cristianos (Juan Crisóstomo, 347-407) enseñaron que Zacarías recibió el mensaje acerca del nacimiento de Juan en el día del Perdón, el cual llegaba en septiembre u octubre.

 

Otros cálculos

Por otra parte, según los historiadores, cuando el Templo fue destruido en el año 70, el grupo sacerdotal de Joyarib estaba sirviendo. Si el servicio sacerdotal no fue interrumpido desde el tiempo de Zacarías hasta la destrucción del templo, este cálculo tiene al turno de Abdías en la primera semana de octubre, por lo que algunos creen que el 6 de enero puede ser el día correcto.

En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirmó que «Nuestro Señor fue concebido el 8 de las calendas de abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la Pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día en que murió». Si fue concebido el 25 de marzo, la celebración de su nacimiento se fijaría nueve meses después, es decir, el 25 de diciembre.

Fiestas en otras culturas en torno al 25 de diciembre

Los aztecas celebraban el nacimiento de uno de sus dioses en invierno: Huitzilopochtli.

Algunas festividades que coinciden con ese periodo fueron de carácter pagano. Algunas culturas mencionan en sus rituales astrológicos a algún dios sol; tales como Apolo y Helios (en Roma y Grecia), Mitra (en Persia), Huitzilopochtli

(en Tenochtitlán), entre otros. Algunas culturas creían que el dios del sol nació el 21 de diciembre, el día más corto del año, y que los días se hacían más largos a medida que el dios se hacía más viejo. En otras culturas se creía que el dios del sol murió ese día, solo para volver a otro ciclo:

 

Celebración del Capac Raymi, era liderada por el Emperador Inca. Alusión hecha por Guamán Poma.

  • Los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del Natalis Solis Invicti o Nacimiento del Sol invicto, asociada al nacimiento de Apolo.15 El 25 de diciembre fue considerado como día del solsticio de invierno, y que los romanos llamaron bruma; cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 a. C., el 25 de diciembre debió ubicarse entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro Calendario Gregoriano. De esta fiesta, se tomó la idea del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesucristo. Otro festival romano llamado Saturnalia, en honor a Saturno, duraba cerca de siete días e incluía el solsticio de invierno. Por esta celebración los romanos posponían todos los negocios y guerras, había intercambio de regalos, y liberaban temporalmente a sus esclavos. Tales tradiciones se asemejan a las actuales tradiciones de Navidad y se utilizaron para establecer un acoplamiento entre los dos días de fiesta.
  • Los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol de hoja perenne, que representaba al Yggdrasil o árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad cuando llegó el cristianismo al norte de Europa.18
  • Los aztecas celebraban durante el invierno, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría aproximadamente al período del 7 al 26 de diciembre de nuestro calendario. Aprovechando la coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores, los religiosos agustinos, promovieron la celebración de la Navidad y así desapareció el dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas.
  • Los incas celebraban el renacimiento de Inti o el dios Sol, la fiesta era llamada Cápac Raymi o Fiesta del sol poderoso que por su extensión también abarcaba y daba nombre al mes, por ende este era el primer mes del calendario inca. Esta fiesta era la contraparte del Inti Raymi de junio, pues el 23 de diciembre es el solsticio de verano austral y el Inti Raymi sucede en el solsticio de invierno austral. En el solsticio de verano austral el Sol alcanza su mayor poder (es viejo) y muere, pero vuelve a nacer para alcanzar su madurez en junio, luego declina hasta diciembre, y así se completaría el ciclo de vida del Sol. Esta fiesta tenía una ceremonia de iniciación en la vida adulta de los varones jóvenes del imperio, dicha iniciación era conocida como Warachikuy.

 

Establecimiento del 25 de diciembre como día de la Navidad

Existen diversas teorías sobre el origen del 25 de diciembre como día de la Navidad. Según defiende William J. Thige, ya en el siglo iii se celebraría el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, aun antes de que los romanos celebraran la fiesta del Sol invencible (Sol Invictus).

Según otros autores, la celebración de esta fiesta el 25 de diciembre se debe a la antigua celebración del nacimiento anual del dios-Sol en el solsticio de invierno (natalis invicti Solis), adaptada por la Iglesia católica en el tercer siglo d. C. para permitir la conversión de los pueblos paganos.

En Antioquía, probablemente en 386, Juan Crisóstomo impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre, aunque parte de la comunidad ya guardaba ese día por lo menos desde diez años antes.

En el Imperio romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre. Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en el 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha y finalmente el papa Liberio decreta este día como el nacimiento de Jesús de Nazaret en 354. La primera mención de un banquete de Navidad en tal fecha en Constantinopla, data de 379, bajo Gregorio Nacianceno. La fiesta fue introducida en Antioquía hacia 380. En Jerusalén, Egeria, en el siglo iv, atestiguó el banquete de la presentación, cuarenta días después del 6 de enero, el 15 de febrero, que debe haber sido la fecha de celebración del nacimiento. El banquete de diciembre alcanzó Egipto en el siglo v.

Algunas tradiciones de la Navidad, particularmente las de Escandinavia, tienen su origen en la celebración germánica de Yule, como son el árbol de Navidad. Allí la Navidad se conoce como Yule (o jul).

 

Un día como hoy 25 de Diciembre

274 - el emperador romano Aureliano dedica un templo al dios Sol Invictus en el tercer día después del solsticio y el día del renacimiento del Sol. Esta religión (predecesora del mitraísmo), que es en esencia monoteísta, se convierte en la religión estatal de Roma.

350 - el papa Julio I sugiere que el nacimiento de Jesús ―de fecha desconocida― sea celebrado este día.

354 - el papa Liberio decreta este día como el nacimiento de Jesús de Nazaret

379 - en Constantinopla, Gregorio Nacianceno realiza la primera mención de un «banquete navideño».

800 - en la basílica de San Pedro (Roma), el papa León III corona a Carlomagno.

893 - en Dvin (Armenia) sucede un terremoto que mata a unas 30 000 personas. (Véase Terremotos en la antigüedad).

1066 - en Inglaterra, Guillermo el Conquistador es coronado rey.

1223 - en Italia, san Francisco de Asís inventa el primer pesebre.

1356 - en Metz, el emperador Carlos IV de Luxemburgo promulga la Bula de Oro, ley constitucional fundamental del Sacro Imperio Romano Germánico.

1492 - en un banco de arena frente a la isla La Española (hoy Haití y República Dominicana) encalla la carabela Santa María en su primer viaje a América; con sus restos se construyó el primer establecimiento español en América, llamado Fuerte Navidad.

1553 - en Chile, los mapuches (al mando de Lautaro) vencen a los españoles en la Batalla de Tucapel y ejecutan al gobernador Pedro de Valdivia.

1642 – Nace Isaac Newton, físico y matemático británico, considerado uno de los más grandes científicos de la historia.

1717 - en el Mar del Norte, una marea ciclónica afecta las costas de Alemania, Escandinavia y los Países Bajos. Mueren unas 14 000 personas.

1758 – Reaparece el cometa Halley. El astrónomo inglés Edmund Halley, había predicho en 1705 su regreso para el año 1757, un año antes de lo esperado, pero no pudo comprobar su predicción ya que había fallecido en 1742.

1780 - en Marruecos, el sultán ratifica el tratado de amistad con Carlos III de España, firmado por el conde de Floridablanca y el embajador marroquí, Sidi Mohammed ben Otmán, que obliga a los navíos británicos a abandonar la costa de Tetuán y el puerto de Tánger.

1812 - en Uruguay, José Gervasio Artigas, jefe de las fuerzas independentistas, se niega a reintegrarse con sus hombres a las fuerzas porteñas que sitian Montevideo, en poder de los españoles.

1833 - en Loyola ―en el marco de la Primera guerra carlista―, Carlos María Isidro de Borbón (pretendiente carlista al trono de [[España) se hace coronar rey, con el nombre de Carlos VII.

1851 - en Santiago de Chile se inaugura el primer ferrocarril de Sudamérica.

1883 – Nace el pintor francés Maurice Utrillo.

1884 - a las 21.08, un terremoto, con epicentro situado entre las provincias de Málaga y Granada, de magnitud estimada entre 6,5 a 7 (Richter) e intensidad 10 (en la escala MSK), causa más de 1200 muertos y cerca de 1500 heridos en las poblaciones de Arenas del Rey (Granada) y los municipios del Llano de Zafarraya (Granada). Los efectos del terremoto fueron más desastrosos al coincidir con una fuerte nevada.

1926 - Hirohito, príncipe heredero de Japón, sucede a su padre Yoshihito como emperador.

1926 - en Estados Unidos, el río Cumberland cubre la ciudad de Nashville con 17 m de altura de agua. Desde septiembre de 1926 hasta junio de 1927 sucede la Gran Inundación del río Misisipi; este río alcanzó los 10 m por encima de su nivel normal, y los 97 km de anchura.

1932 - la provincia de Gansu (China) es sacudida por un terremoto grado 7,6 que mata aproximadamente a 70 000 personas.

1932 - la I. G. Farbeindustrie alemana, en la que trabajaba Gerhard Domagk, solicita la patente del "prontosil", primera aplicación médica de las sulfamidas.

1941 - tropas japonesas entran en Hong Kong.

1946 - en Shanghái colisionan tres aviones de pasajeros a causa de la niebla, con un balance de 71 muertos.

1948 - en Israel se decreta un oscurecimiento de todas las ciudades tras los ataques aéreos árabes.

1949 - en Argentina, Juan Domingo Perón incrementa la lucha contra la prensa de la oposición, prohibiendo los periódicos de provincias.

1964 - en el océano Índico, una marea viva originada por un ciclón causa aproximadamente 4000 víctimas en Ceilán, y unas 3000 en el estado de Madrás (India).

1968 - en la aldea Kilavenmani (Tamil Nadú, sur de India), 42 dalit (intocables) son quemados vivos como represalia por una campaña para aumentar los sueldos de estos trabajadores.

1971 - en un hotel de lujo en Seúl (Corea del Sur), un incendio de grandes proporciones ocasiona más de 160 víctimas mortales.

1978 - comienza el ataque vietnamita a Camboya.

1986 - mueren 62 personas al estallar un avión iraquí, secuestrado en vuelo entre Bagdad y Ammán por miembros de Yihad Islámica.

1989 - en Rumanía triunfa la Revolución rumana y cae el sangriento régimen comunista del dictador Nicolae Ceauşescu. Él y su esposa Elena son condenados a muerte y ejecutados inmediatamente.

1990 - en Estados Unidos se realiza la primera prueba exitosa del sistema que se convertirá en la World Wide Web (Internet).

1991 - dimite Mijaíl Gorbachov y desaparece la Unión Soviética (URSS), que pasa a denominarse Comunidad de Estados Independientes (CEI).

1992 - en Serbia, el neocomunista Slobodan Milošević es reelegido presidente.

2003 - la sonda Beagle 2 (que había sido lanzada desde la nave Mars Express Spacecraft el 19 de diciembre) desaparece poco antes de su aterrizaje programado.

 

Reflexiones

Cuenta la historia que un hombre que no creía en Dios, su familia, por el contrario, era una fiel creyente.

Una Nochebuena, la esposa se disponía a asistir al oficio navideño de la parroquia con sus hijos, le pidió al esposo que los acompañara, pero este se negó.

¡Qué tontería! dijo. ¿Por qué Dios tomaría la forma de hombre en la persona de Jesús?, no le veo sentido, es ridículo, no puedo creer en semejante tontería. Sin hacer ningún comentario ella y sus hijos se marcharon.

Minutos más tarde, el viento empezó a soplar con mucha fuerza y se desató una ventisca. El hombre observaba por la ventana una fuerte tormenta de nieve. De repente, oyó un golpe muy fuerte sobre una de las ventanas. Miró hacia afuera, pero no lograba ver nada.

Cuando la nevada empezó a cesar, se aventuró a salir para averiguar qué había pasado y descubrió su patio trasero, una bandada de gansos salvajes que fueron sorprendidos por la tormenta de nieve. Perdidos y confundidos, habían acabado en aquella finca. Aleteaban y volaban en círculos por todas partes, cegados por la borrasca, sin seguir un rumbo fijo. El hombre pensó que, posiblemente, el ruido que oyó era de las aves que había chocado contra su ventana.

Sintió pena por lo que decidió ayudarlos. Sería ideal que se quedaran en el granero, estarán a salvo durante la noche mientras pasa la tormenta, así que, dirigiéndose al establo, abrió las puertas, con la esperanza de que las aves advirtieran que estaba abierto y entraran. Los gansos, no obstante, se limitaron a revolotear sin tomar en cuenta que la salvación estaba a pocos metros de ellos. El hombre intentó llamar la atención de las aves, pero sólo consiguió asustarlas y que se alejaran más. Tomó pan, lo fue esparciendo formando un camino directo al establo. Sin embargo, los gansos no entendieron el mensaje.

El hombre empezó a sentir frustración, corrió tras ellos tratando de ahuyentarlos en dirección al granero, lo único que consiguió fue asustarlos más y que se dispersaran en todas direccione. Por mucho que lo intentara, no conseguía que entraran al lugar que les salvaría la vida.

Se pregunto: ¿Por qué no me seguirán?, exclamó frustrado, ¿Es que no se dan cuenta de que ese es el único sitio donde podrán sobrevivir a la nevada?

Pensó por un momento y se dio cuenta de que las aves no seguirían a un ser humano. Si yo fuera uno de ellos, entonces sí que podría salvarlos, se dijo. Seguidamente, se le ocurrió una idea. Entró al establo, agarró un ganso de su propiedad y lo llevó abrazado lo paseo entre sus semejantes, y luego, lo soltó, este voló entre los demás y se fue directamente al interior del establo. Una por una, las otras aves lo siguieron hasta que todas estuvieron a salvo.

El aldeano se quedó en silencio por un momento, mientras las palabras que había pronunciado hacía un instante aún le resonaban en su mente: “Si yo fuera uno de ellos”, ¡Entonces sí que podría salvarlos!, era lo mismo que le había dicho a su esposa: ¿Por qué iba Dios a querer, hacerse hombre para estar entre nosotros?, ¡qué ridiculez!

De pronto, todo empezó a cobrar sentido. Entendió que eso era precisamente lo que había hecho Dios. Nosotros somos como aquellos gansos: estamos ciegos, perdidos y a punto de perecer. Dios se hizo hombre con el fin de indicarnos el camino y guiarnos a la salvación.

Cuando cesaron los vientos y la nevada, corrió al encuentro de su familia a la iglesia, donde le permitió a Jesús ser parte de su vida.

Si tu camino está en tinieblas o estas cegado como el de los gansos, entonces recuerda estas palabras de Jesús: “... Yo soy el Camino, la Verdad, y la Vida. Sin mí, nadie pude llegar a Dios el Padre” Juan 14:6


5 historias de navidad para recordar

Estas son historias de ilusión, sorpresa, alegría y amor. No te las pierdas.

1. Es lo único que deseo

RICK BRAGG

Debo de haber tenido unos nueve años de edad, y era demasiado serio y digno para sentarme sobre el regazo de Papá Noel en la tienda de departamentos Mason's, en Anniston, Alabama, pero lo suficientemente chico aún para pedirle -ipor favor, por favor, por favor!- un soldado G.I. Joe en la Navidad.
-Ya estás muy grandecito para jugar con muñecos -me dijo Sam, mi hermano mayor, quien solía jactarse de que, el día que nació, se sacudió el polvo en la sala de partos y se fue a casa caminando.
-G.I. Joe no es un muñeco -repliqué, enojado.
-Sí lo es.
-Claro que no!
En 1968, en el condado de Calhoun, Alabama, esa discusión se consideraba un diálogo intelectual. Estaba yo a punto de pellizcar a Sam cuando mi cansada madre me tomó del brazo para que me extasiara con la nieve artificial que caía sobre un ciervo que tenía limpiapipas en lugar de cuernos. Sam se acercó resueltamente a Papá Noel, como un adulto pequeño, para pedirle -me parece- una sierra eléctrica y algunos cartuchos para escopeta.
-¿crees que me lo traerá? -le pregunté a mi madre.
En aquel entonces ella lavaba ropa ajena y limpiaba casas cuando podía. La cercanía de la Navidad le causaba mucho temor: temor de que para sus tres hijos fuera un tiempo de enorme desilusión.
-No lo sé, hijo -contestó, mientras con la otra mano sujetaba a mi hermano menor, Mark, quien se asustó al ver a ese hombre extraño con traje rojo e intentaba huir a las montañas.
-Es lo único que deseo -dije, esperanzado.
No sabía yo que desear algo era como darle a mamá una patada en el vientre. Cuando escribo acerca de mi niñez y la Navidad me resulta difícil no sonar un poco como Dickens. No me refiero a que escriba tan bien, sino a que, cuando era niño, la Navidad era para mí como un sube y baja de tristeza y júbilo, tal vez la prueba más clara de la brecha entre pobres y ricos. Un G.I. Joe era un juguete caro, que costaba más de lo que mi madre a veces ganaba en un día; sin embargo, ahora que tengo más de 50 años y evoco aquellos tiempos, los desengaños se disipan en mi mente y surgen recuerdos de cosas que se parecen mucho a los milagros. Al día siguiente entré cabizbajo en la cocina de mi tía Juanita, quien era delgada y baja de estatura, pero tan fuerte como un hombre. Me daba galletitas con crema de maní y pollo frito, aunque no en ese orden.
- ¿Qué va a traerte Papá Noel, cariño? -me preguntó.
-Yo quería un G.I. Joe -repuse-, pero Sam me dijo que solo las niñas juegan con muñecos, y como no soy una niña, creo que ya no lo quiero.
Unos días después, vi una caja con mi nombre junto a su árbol navideño. La había envuelto con papel delgado, tanto que se podía ver a través de él: ¡iera un G.I. Joe!, el vestido con uniforme de marinero, pero no me habría importado que llevara ropa de vendedor de seguros. Me pasé los días que faltaban para la Navidad con una extraña sensación de paz. Cuando abrí la caja, mi mamá fingió sorpresa. Papá Noel, dijo, seguramente se había aliado con mi tía Juanita. Adoro a mi tía Juanita por haber hecho eso. Amo a mi madre por hacer todo lo que podía, día tras día. Sé que la Navidad significa mucho más que todas esas cosas materiales, que incluso tal vez esté mal calificar esas cosas de milagros, por pequeños que sean. El milagro, creo, está en el corazón de esas dos mujeres.

Rick Bragg es autor de libros, entre ellos All Over but the Shoutin' y The Prince of Frogtown. En 1996 ganó el Premio Pulitzer en la categoría de reportajes.

 

2. El regalo de lo posible

ESMERALDA SANTIAGO

Aquel 24 de diciembre, las calles de Boston estaban repletas de turistas y residentes con abrigos de lana y ropa de franela. Compradores, vendedores y curiosos se arremolinaban junto a mí. En los comercios sonaban las canciones navideñas, y en las veredas, los músicos callejeros daban lo mejor de sí. Todo el mundo, al parecer, estaba acompañado de otra persona que sonreía o carcajeaba. Yo estaba sola. Como soy la mayor de los 11 hijos de una familia puertorriqueña y me crié con ellos en un atestado barrio de la Ciudad de Nueva York, había pasado gran parte de mi vida deseando la soledad. Ahora, convertida en una estudiante universitaria de 27 años de edad que estaba afrontando la ruptura de una relación amorosa que había durado siete años, por fin contemplaba lo que tanto había anhelado, pero no estaba muy segura de que me gustaba.

Había deseado con el alma estar sola, pero no en Navidad. Mi familia había regresado a Puerto Rico, mis amigos se habían ido a pasar las fiestas de fin de año en casa, y mis conocidos estaban muy ocupados en su propia vida. 
Empezaba a anochecer, y el inevitable regreso a mi departamento vacío me provocó tristeza. Las lucecitas que decoraban las vidrieras y las puertas me atraían, y deseaba que alguien saliera de un hogar y me invitara a entrar a una habitación confortable y tibia, con un árbol navideño primoroso, salpicado de nieve artificial y colocado sobre un pie de terciopelo cubierto de regalos. Me detuve en un pequeño supermercado, y me deprimí aún más al ver a la gente llenando sus canastos con cosas ricas. Los dátiles, los higos, las nueces y las avellanas me hicieron recordar los regalos que recibíamos de niños en la Navidad en Puerto Rico, porque los obsequios más preciados se reservaban para el Día de Reyes, el 6 de enero. Extrañaba a mi familia: sus fiestas ruidosas, los bailes, los tazones de arroz con porotos gandul, la piel crujiente y con sabor a ajo del cerdo asado, y las tortas de banana y yuca envueltas en hojas de plátano. Quería llorar por haber deseado estar sola y haberlo conseguido.
Frente a la iglesia habían colocado un nacimiento, con figuras de José y María junto al pesebre esperando la llegada del Niño Jesús. Me quedé contemplando la escena con otros transeúntes, algunos de los cuales se santiguaban y rezaban. Mientras me dirigía a casa, me di cuenta de que la historia del peregrinar de José y María de puerta en puerta en busca de posada se parecía mucho a mi propia historia. Haber dejado Puerto Rico seguía siendo una herida en mi alma, y aún luchaba por saber en quién me había convertido después de 15 años de vivir en los Estados Unidos. Había llorado mis pérdidas, pero por primera vez reconocí lo que había ganado. Era independiente, instruida, osada y tenía salud. Me quedaba una vida por delante, llena de posibilidades. A veces, el mejor regalo es el que nos damos nosotros mismos. Aquella Navidad me percaté de lo que había logrado hasta ese momento, y me di permiso de seguir adelante, sin temores. Es el mejor regalo que he recibido en mi vida, el que más valoro.

Esmeralda Santiago es autora de seis libros, entre ellos el exitoso relato "Cuando era puertorriqueña". El más reciente es la novela Conquistadora.

3. Dulzura compartida

TAYARI JONES

Cada 25 de diciembre mi madre espera que sus hijos estén presentes en casa, intercambien regalos y coman pavo. Y cuando se pone su suéter navideño, más vale que todos se animen. Como era natural, yo iba a ser la primera Jorres en rebelarse. Por ser la segunda de tres hermanos y artista, quería seguir mis propias reglas y adoptar tradiciones nuevas. Una biografía de Flannery O'Connor me dio la idea: ¡pasaría la Navidad en una colonia de artistas! Nadie se alegró con la noticia. Por la forma como se quejó mi mamá, parecía que iba a divorciarme de la familia. Pero me mantuve firme e hice planes para mi aventura de invierno en New Hampshire. 
La Colonia MacDowell era todo lo que podría yo haber deseado. En ella había 25 o 30 artistas, y era justo como la había imaginado. Me sentía como si fuera un personaje de una estrafalaria película independiente. Al llegar la Nochebuena, ya llevaba yo más de una semana en la colonia. Ver caer la nieve empezaba a aburrirme, pero no se lo habría confesado a nadie nunca. Todo el mundo se divertía de lo lindo. iPaseos en trineo y whisky! ¡iCharlas sesudas frente a la chimenea! Todos felices menos yo. ¿Qué me pasaba? Era la fiesta decembrina de mis sueños: sin renos de plástico paciendo en el jardín de la casa, sin partidos de fútbol americano en la televisión y sin suéteres navideños a la vista. La gente allí ni siquiera decía "Navidad", sino "fiesta". El refinamiento más puro. Entonces, ¿por qué me sentía tan triste? Al final telefoneé a casa desde la sala común. Mi padre contestó, pero apenas oía su voz debido al intenso ruido de fondo de los artistas. Papá bajó el volumen del disco navideño de Stevie Wonder que estaba escuchando y me dijo que mi madre se había ido de compras con mis hermanos. Eso me enfureció: estaban pasando una Navidad estupenda sin mí. 
En la mañana de Navidad, aunque caía una fuerte nevada, apareció un paquete grande junto a la puerta de mi habitación. En él estaba anotado mi nombre con la preciosa letra manuscrita de mi mamá. Levanté el paquete como una niña de cinco años. Contenía un pastel relleno con betún rojo, mi favorito, envuelto con un montón de plástico de burbujas. La sencilla tarjeta que lo acompañaba decía: Feliz Navidad. Te queremos mucho. Mientras rebanaba el pastel, todos los artistas me rodearon: jóvenes, viejos, ateos y creyentes. Mamá había enviado un auténtico regalo hecho en casa, no un simple capricho de moda. Fue un pequeño milagro navideño que un pastel haya alcanzado para tantos. Lo comimos con las manos sobre servilletas de papel, para satisfacer un hambre de dulzura que, sin saberlo, todos sentíamos.

Tayari Jones es autora de tres novelas, la más reciente Silver Sparrow.

4. Se requiere un poco de ensamblaje

FLOYD SKLOOT

Mi hija Rebecca, de cinco años, sabía exactamente qué quería de regalo en la Navidad de 1977, así que me lo dijo. Aún quería el paraguas de plástico rosa y verde, con copa transparente, del que había hablado tanto: sería grandioso para ver cómo caía la lluvia sobre él. También quería libros, un camisón largo de franela y unas pantuflas mullidas. Todo eso estaba muy bien, pero, en realidad, sólo había una cosa que le importaba: una Casa de Ciudad de Barbie, con todos sus accesorios listos para armar. Saber eso me sorprendió. A ella no le gustaban las muñecas Barbie; prefería los animales de peluche, y no le llamaba la atención jugar en un ambiente estructurado. Rebecca siempre había sido una niña que establecía sus propias reglas, diseñaba su propio mundo y hacía las cosas a su manera. Pensé que el meollo del asunto tal vez no fuera la Barbie, sino la casa, un lugar que pudiera reclamar como suyo, pues nos habíamos mudado cinco veces a lo largo de su corta vida.
Al día siguiente, me detuve en el centro comercial. La enorme caja de la Casa de Ciudad de Barbie tenía dos letreros con exclamaciones: "¡Tres pisos de diversión con gran estilo! ¡El ascensor se detiene en todos los pisos!" Y uno que decía: "Se requiere un poco de ensamblaje" iAy no! Mi historial respecto a armar cosas era terrible. Nací en Brooklyn y me crié en edificios de apartamentos, con una familia que no construía nada. Unos años antes, me había tardado una semana en ensamblar un juego de jardín para niños; tenía tantas piezas, que me pasé las primeras cuatro horas clasificándolas y llorando, y las últimas dos horas tratando de averiguar por qué me sobraban tantas piezas.
Armé la casa de Barbie en la Nochebuena. Lograr que quedara nivelada, que no pareciera que las columnas se habían derretido y luego vuelto a congelar, y que el ascensor funcionara, fueron tareas que casi superaron mis fuerzas. Y hacerlo sin soltar palabrotas, en silencio para que mi hija no se despertara -si es que estaba durmiendo-, aumentó el reto. 
Cuando amaneció, había yo terminado. Al poco rato Rebecca entró en la sala, con su oso de peluche bajo el brazo, fingiendo asombro y viéndose tan cansada como lo estaba yo. Su sorpresa tal vez haya sido falsa, pero su alegría fue absolutamente genuina y me conmueve hasta el día de hoy, 34 años después. Mi hija me había alentado a hacer algo que no creía yo poder lograr. Era algo para ella y, como mucho de lo que significa el privilegio de ser padre, logró aflorar lo mejor de mí y me permitió disipar algunas dudas respecto a mis habilidades. Ahora que lo recuerdo, tal vez había verdadera sorpresa en su rostro al ver la Casa de Ciudad, no por el regalo en sí, sino porque estaba ensamblada y seguía en pie bajo la luz matutina. O bien pudo ser algo más sencillo: quizá se sorprendió porque había pensado armarla ella misma.

Floyd Skloot ha escrito 17libros, el más reciente de ellos una colección de cuentos: Cream of Kohlrabi El primer libro de su hija Rebecca, The Immortal Life of Henrietta Lacks, figuró en la lista de éxitos de la librería del The New York Times.

 5. Una feliz y boba Navidad

JENNY ALLEN

Mi mejor Navidad fue el año en que tuvimos a Ken y a Barbie en la punta de nuestro árbol. Primero pusimos allí un ángel, y luego a los muñecos. Dejen que les cuente todo. Cuando mi hija, Halley, tenía cuatro años de edad, contraté a un bailarín de ballet, Randy, para que la cuidara algunas tardes por semana. Era alto, jovial y seguro de sí mismo, siempre con el pecho por delante, y aunque apenas tenía 27 años, era resuelto y de carácter firme. A lo largo de cuatro años, él y la niña recorrieron la Ciudad de Nueva York en busca de aventuras: escalar la escultura de Alicia en el País de las Maravillas en el Central Park, o sonreír a los pequeños y graciosos pingüinos en el zoológico. Tenían su propio mundo y sus propias pasiones: una devoción a los helados, a Elmo y a Pee-wee Herman. Randy organizaba las fiestas de cumpleaños de Halley a la perfección. 
Un año declaró que el tema era Peter Pan y le confeccionó a la niña un traje de Campanita, con cascabelitos en el dobladillo, y convenció a mi padre para que se presentara en la sala con un sombrero de pirata de ala ancha y un garfio falso en vez de mano. Randy también se encargaba de mis fiestas para adultos, y decidía mis atuendos, para lo cual buscaba y rebuscaba en las tiendas de segunda mano hasta encontrar el collar de piedras de fantasía que hiciera juego con el vestido que ya me había obligado a comprar. Cuando Halley tenía ocho años, Randy se marchó de Nueva York para dirigir una compañía de ballet sin grandes ambiciones en una pequeña ciudad de Colorado. Allí daba clases de baile, creaba coreografías y animaba a secretarias y vendedores de computadoras para que ejecutaran algunos pasos de ballet en el escenario. Halley lo echaba mucho de menos, al igual que toda la familia, pero Randy le llamaba por teléfono a menudo y le enviaba vestidos preciosos; cuando podía, nos visitaba en la Navidad. 
El año en que mi hija cumplió 10 de edad, di a luz a otra nifia. Ese mismo año le diagnosticaron sida a Randy. Sin el menor asomo de autocompasión. por teléfono me dijo que le quedaban unas cuantas células T y que había decidido llamarlas Hugo, Paco y Luis. Parecía una locura que viajara, que se arriesgara a que alguno de nosotros estornudara y lo hiciera enfermar de pulmmúa, pero él quería visitarnos, y lo hizo. Seguía siendo el Randy alegre y afectuoso de siempre. Aunque estaba terriblemente delgado, con los pómulos hundidos, los ojos le brillaban.
Se llevó a Halley a recorrer la ciudad una vez más, con su hermanita, Julie, sujeta a su pecho con un portabebés de tela. -Tenemos que hacer algo con este árbol -nos dijo Randy un día. A mí el árbol, con sus mofios rojos, me parecía bien, e incluso me enorgullecía un poco de que sus ramas brillaran con los adornos. Unos días después, la mafiana del 31 de diciembre, Randy reunió a toda la familia. Llevaba puesto el viejo sombrero de pirata, que sacó de una caja de disfraces, del cual colgaban serpentinas de colores y le caían como pelo hasta los hombros. Mientras lo observábamos -yo malhumorada al principio, pues me preguntaba hasta qué punto debíamos ser pacientes con un invitado moribundo, aunque lo amáramos como si fuera nuestro hermano-, quitó los adornos del árbol, y luego sacó más serpentinas y un montón de silbatos y botellitas de champán de plástico.
-Ahora lo convertiremos en un árbol de Afio Nuevo -anunció. iUn árbol de Afio Nuevo! ¡iPor supuesto! Arrojamos las serpentinas al árbol, y atamos los silbatos y las botellitas en todas sus ramas.
-Y ahora, amigos míos, ¡lel broche de oro! -exclamó Randy. Estirándose cuan largo era, hasta la punta del árbol, quitó el ángel dorado de papel maché y en su lugar colocó los muñecos de Halley: Ken, ataviado con esmoquin, y Barbie, con un vestido de gala esplendoroso. 
-IMiren ahí! -dijo, y esbozó una enorme sonrisa.
Era un árbol ridículo, pero maravilloso, feliz y perfecto. Randy vivió un año y medio más. Ninguno de nosotros superará su muerte, puedo jurarlo, pero cada Navidad brindamos por él, por su árbol, por su gran carácter y por la Navidad en que nos ensefió que la valentía es un hombre con un sombrero de pirata y bobas serpentinas como pelo.

Jenny Allen es autora de un libro de fábulas para adultos titulado The Long Chalkboard. ilustrado por su esposo, Jules Feiffer, y un monólogo suyo sobre el cáncer de ovario, I Got Sick Then 1 Got Better, se ha presentado en teatros, hospitales, universidades y conferencias sobre el cáncer en todo Estados Unidos.  (Revista Selecciones)

 

Curiosidades de la Navidad

El árbol iluminado, las estrellas, Papá Noel o el Belén (o ambos), regalos, comidas, brindis... todos ellos tienen lugar en la Navidad. Hoy repasamos algunas curiosidades que deberías saber sobre ella.

Nos encanta la Navidad, ¿verdad? Nos reunimos con familiares y amigos, compartimos regalos, buena comida y muchas celebraciones llenas de alegría y felicidad. ¿Sabes cuándo empezaron esas costumbres en tu familia? Tales tradiciones nos unen a nuestra herencia y se transmitirán a las generaciones venideras. Dichas tradiciones pueden incluir la forma en que celebran el nacimiento de Cristo los cristianos o preparar un plato que cuenta con una receta ancestral en la familia. No importa la cultura ni el lugar, el espíritu navideño parece provenir de tradiciones que nos ayudan a celebrar la alegría, el amor y la buena voluntad de la humanidad.

Hoy compartimos con vosotros una serie de datos y tradiciones que reflejan las conexiones que compartimos con nuestra familia mundial.

Es curioso, pero la Navidad como tal marca el nacimiento de Jesucristo el 25 de diciembre, pero no se menciona el 25 de diciembre en la Biblia y la mayoría de los historiadores creen que Jesucristo nació en primavera. ¿Por qué escoger este día entonces? Probablemente se eligió el 25 de diciembre porque coincidía con el antiguo festival pagano Saturnalia, que honraba al dios agrícola Saturno con fiestas, juegos de azar y regalos. Las saturnales eran consideradas una gran festividad romana y uno de los actos implicaba un sacrificio en el Templo de Saturno. El banquete público era digno de mención también.

Hay muchos datos extraños e interesantes sobre la Navidad. Por ejemplo, ¿sabías que durante la Navidad hay un pueblo en Perú donde jóvenes y mayores resuelven su rencor a puño limpio? ¿Por qué nos besamos bajo el muérdago o nos damos medias llenas de golosinas? ¿Ángeles cantando? Lo cierto es que no hay ninguna referencia a que los ángeles canten en ninguna parte de la Biblia. ¿Sabías que la palabra Noel (Papá Noel) deriva de la expresión francesa "les bonnes nouvelles" o "the good news" (buenas noticias)? ¿Y que Jesús probablemente nació en una cueva y no en un establo de madera, según los estudiosos bíblicos?

Si crees saberlo todo sobre la época más maravillosa del año, aquí te toparás con algunas curiosidades para que tengas más ganas de celebrar el día de Navidad.  (Muy Interesante)

 

Las mejores frases de Navidad

La Navidad es una época de celebraciones en familia y con los amigos, pero también un buen momento para reflexionar sobre el año que termina.

Muy Interesante

05/12/2022

Navidad, una época para celebrar, reflexionar sobre el año que termina, estar con la familia y los amigos y comer y beber algo más de lo normal. Para conmemorar esta festividad, qué mejor que hacerlo con las frases más evocadoras de esta entrañable fecha de la mano de ilustres escritores, periodistas y hasta comediantes.  

A continuación, te dejamos una selección de las que más nos gustan a nosotros, perfectas para compartir en redes sociales, WhatsApp, Telegram, postales o emails; cualquier medio es bueno para hacer llegar la magia y la felicidad de estos días hasta los que más queremos.

“Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año” Charles Dickens.

“La Navidad no es una fecha; es un estado en la mente” Mary Ellen Chase.

“Bendita sea la fecha que une a todo el mundo en una conspiración de amor” Hamilton Wright Mabi.

“Ojalá pudiésemos meter el espíritu de Navidad en jarros y abrir un jarro cada mes del año” Harlan Miller.

“La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de la mente. Valorar la paz y la generosidad y tener merced es comprender el verdadero significado de Navidad” Calvin Coolidge.

"La Navidad es la época del año en que se nos acaba el dinero antes que los amigos" Larry Wilde

“No existe la Navidad ideal, solo la Navidad que usted decida crear como reflejo de sus valores, deseos, queridos y tradiciones” Bill McKibben.

“¡Feliz, feliz Navidad, la que hace que nos acordemos de las ilusiones de nuestra infancia, le recuerde al abuelo las alegrías de su juventud, y le transporte al viajero a su chimenea y a su dulce hogar!” Charles Dickens.

“Aunque se pierdan otras cosas a lo largo de los años, mantengamos la Navidad como algo brillante. Regresemos a nuestra fe infantil” Grace Noll Crowell.

“La Navidad agita una varita mágica sobre el mundo, y por eso, todo es mas suave y mas hermoso” Norman Vicent Peale.

“La Navidad es la temporada para encender el fuego de la hospitalidad en el salón, y la genial llama de la caridad en el corazón” Washington Irving.

“La Navidad es la época del año en que se nos acaba el dinero antes que los amigos” Larry Wilde.

“Este es el mensaje de Navidad: nunca estamos solos” Taylor Caldwell.

"No hay nada más triste en este mundo que despertarse la mañana de Navidad y no ser un niño" Erma Bombeck.

"Siendo niños éramos agradecidos con los que nos llenaban los calcetines por Navidad. ¿Por qué no agradecíamos a Dios que llenara nuestros calcetines con nuestros pies?" Gilbert Keith Chesterton.

"La Navidad en mi casa es por lo menos seis o siete veces más agradable que en cualquier otro sitio. Empezamos a beber temprano, y cuando el resto de la gente ve un solo Santa Claus, nosotros vemos seis o siete" W. C. Fields.

"La Navidad no es una temporada, es un sentimiento" Edna Ferber.

"Navidad es la época en la que todos quieren que se olvide su pasado y se recuerde su presente. Lo que me gusta de las fiestas de Navidad de empresa es tener que buscar otro trabajo al día siguiente" Phyllis Diller.

"La Navidad es el día que une todos los tiempos" Alexander Smith.

"Cuando llega el día de Navidad, nos viene el mismo calor que sentíamos cuando éramos niños, el mismo calor que envuelve nuestro corazón y nuestro hogar" Joan Winmill Brown.

"La Navidad es una necesidad. Tiene que haber al menos un día en el año para recordarnos que estamos aquí para algo más que nosotros mismos" Arnold Eric Sevareid.

"Recuerda, este mes de diciembre que el amor pesa más que el oro" Josephine Dodge Daskam Bacon.

"Mi idea de Navidad, tanto pasada de moda como moderna, es muy simple: amar a los demás. Pensémoslo, ¿por qué tenemos que esperar a Navidad para hacerlo?" Bob Hope.

 

Humor



 


 

Enlaces

English for beginners | Czego szukasz w Święta?

https://www.youtube.com/watch?v=tU5Rnd-HM6A&ab_channel=Allegro

 

10 curiosidades Sobre La Navidad Que No Conoces
https://www.todo-mail.com/content.aspx?emailid=21164

 

 

Música

CANCIONES NAVIDEÑAS EN INGLES

 

Jingle Bell Rock

Bobby Helms

https://www.youtube.com/watch?v=Z0ajuTaHBtM&t=9s&ab_channel=BobbyHelms-Topic

Lanzada por primera vez por Bobby Helms en 1957, "Jingle Bell Rock" alcanzó el puesto 29 en el Billboard Hot 100 de EE. UU. Fue todo un éxito navideño (y lo sigue siendo).

 

Last Christmas

Wham!

https://www.youtube.com/watch?v=E8gmARGvPlI&t=25s&ab_channel=WhamVEVO

Cascabeles y sintetizadores de música a partes igual, hicieron de este éxito de Wham! Un tema navideño inolvidable. Lo que más distingue a 'Last Christmas' es la interpretación de George Michael con su melancolía adorable que no pasa de moda.

 

'Rockin' Around the Christmas Tree' 

Brenda Lee

https://www.youtube.com/watch?v=1qYz7rfgLWE&t=4s&ab_channel=ChristmasMusic

Una de las canciones navideñas más atemporales jamás creadas, Brenda Lee grabó por primera vez este himno festivo en 1958 cuando solo tenía 13 años. Ha seguido regresando a las listas de éxitos navideños en los últimos años.

 

It's the Most Wonderful Time of the Year

Andy Williams

https://www.youtube.com/watch?v=AN_R4pR1hck&t=16s&ab_channel=AndyWilliamsVEVO

Una canción navideña por excelencia. Esta es una de las canciones que no deben faltar en tu lista de canciones navideñas. La pieza fue escrita en 1963 por Edward Pola y George Wyle y grabada por Andy Williams ese mismo año en su álbum navideño.

 

All I Want For Christmas Is You

Mariah Carey

https://www.youtube.com/watch?v=yXQViqx6GMY&t=13s&ab_channel=MariahCareyVEVO

Este omnipresente villancico navideño de 1994 con un ritmo inspirado en los años 60 nos seduce con las campanas de las iglesias y de los trineos, y múltiples declaraciones de amor.

 

Blue Christmas

Elvis Presley

https://www.youtube.com/watch?v=3KK6sMo8NBY&ab_channel=ElvisPresleyVEVO

Incluso el rey del rock, Elvis Presley, también cuenta con acciones navideñas con su versión de Blue Christmas, aunque en realidad, él no escribió la canción, sino que fue grabada inicialmente por Doye O'Dell en 1948. Elvis Presley simplemente la hizo famosa.

 

 

Run, Run Rudolph 

Chuck Berry

https://www.youtube.com/watch?v=YiadNVhaGwk&ab_channel=ChuckBerryVEVO

Con un poco más de movimiento de caderas, “Run, run Rudolph”, escrita por Johnny Marks y Marvin Brodie, fue popularizada por Chuck Berry en 1958. El villancico sigue estando más de moda que nunca. Y con mucho ritmo.

 

The Christmas Song

Nat King Cole

https://www.youtube.com/watch?v=hwacxSnc4tI&ab_channel=WalterTan

Bob Wells y Mel Tormé escribieron esta canción en 1945 también durante un verano abrasador. Es un tema que ha sido grabado por innumerables artistas, desde Bing Crosby, Frank Sinatra, Andy Williams, Stevie Wonder, Glen Campbell, Paul McCartney y Bob Dylan.

 

Instrumental

Los Peces en el Río

The Harmony Group

https://www.youtube.com/watch?v=cecYlEiMHcU&list=PLpzJH5PIdtS83ZTzxSwOcnW69BoP6_ftL&index=13&ab_channel=TheHarmonyGroup-Topic

 

Canciones navideñas en castellano

Dúo Dinámico

Balada de Navidad

https://www.youtube.com/watch?v=SLpHVTOI350&ab_channel=CarmenLanda

 

Ven A Mi Casa Esta Navidad

Luis Aguilé

https://www.youtube.com/watch?v=MNgq4t4grN0&ab_channel=MiguelJPR

 

El niño del tambor

El Tamborilero por Raphael

https://www.youtube.com/watch?v=quY2W1pT9V8&ab_channel=JuanDragon

 

Feliz Navidad

Inca Son

https://www.youtube.com/watch?v=uJoPgV4SGdI&ab_channel=IncaSon-Topic

 

 



Agradecimiento

Ana María Bianchi

(Imágenes de Internet)

 

La revista puede ser descargada mediante el siguiente enlace de MediaFire

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